En primer lugar, tendríamos que preguntarnos, si los entrenadores predicamos con el ejemplo. No es la primera vez que algún compañero me pregunta que como lo hago yo a la hora de que mis jugadores, siendo amateurs, chavales jóvenes, sin cobrar, con todo el sacrificio que hay que hacer debido al horario tan tardío que se suele tener, asistan a todos los entrenamientos como yo mismo he comentado.
Es entonces cuando yo les digo a mis compañeros, antes necesito saber como actúas tu, ¿fallas tu en alguna ocasión?, ¿llegas tarde a las sesiones o partidos?, ¿respetas a tus jugadores?, ¿te preocupas por sus progresos o si no progresan los vas apartando poco a poco?, ¿discriminas o tratas a todos por igual?, ¿intentas que tus sesiones sean prácticas y divertidas?, ¿te las preparas concienzudamente o lo dejas todo a la improvisación?, ¿te has parado alguna vez a explicarles que esperas de ellos?, ¿has expresado que quieres y como eres?, etc....
En más de una ocasión, de las 9 preguntas que he expuesto en el párrafo anterior, han habido compañeros que han faltado a las 9, por lo que no hay más que hablar, es imposible que tengas un equipo serio, ya que aún siendo afirmativas en todas ellos, es posible que ni así lo logres, ya que además, creo que necesitas demostrar a tus jugadores una personalidad firme, a la hora de impartir justicia tanto en lo deportivo, como en lo extra deportivo.
Dicen que el jugador debe admirar o tomar como ejemplo a su entrenador, que su entrenador sepa más que él, que su entrenador sea un gran motivador, etc..., yo creo que no es necesario tan alto grado de idolatría, creo que simplemente el entrenador tiene que hacerse respetar, lo primero, cumpliendo exhaustivamente todas y cada una de las cuestiones descritas y otras que se me habrán olvidado y que son necesarias para redirigir a un grupo, con la diversidad de ideas, problemas y circunstancias que surgen a lo largo de una o varias temporadas, y lo segundo tenemos que saber escuchar a nuestros jugadores. Creo firmemente que nadie es más listo que nadie en este deporte, que cualquier jugador, por muy joven que sea, puede aportarnos un instante de inspiración que pueda enriquecernos, por lo que siempre tenemos que estar abiertos a sus sugerencias o inquietudes y dentro de este proceso de intercambio de comunicación, es cierto, que el entrenador tiene que tener el don de hacerle ver al jugador que al final, nosotros decidimos, pero sin colgarnos medallas.
También es verdad que me siento afortunado porque dentro de mi breve experiencia como entrenador a lo largo de estos pocos años, puedo presumir que todo equipo que he dirigido, mis jugadores han sido disciplinados. ¿Casualidad?, puede ser, pero yo creo que no, creo que tiene que ver mucho con lo que he comentado, con ser intachable en todo lo descrito y por supuesto, aparte de ser hábil y necesitar esa poquita suerta que hay que tener para no fallar en la elección del grupo que vas a dirigir, creo que el entrenador que no es profesional, debe tener la personalidad de estar dispuesto a perder, requisito para mí indispensable para demostrar autoridad, ya que como se quiera ganar a consta de lo que sea, nunca impartiremos la justicia adecuadamente y se te empezará a desmoronar el grupo. Si mi equipo fuera una empresa, mi lema es, primero venir siempre a trabajar, y yo te pago, después de entre mis trabajadores, quien mejor realice el trabajo, más le pago y lo asciendo, por contra, quien falte a su trabajo, no realice bien su trabajo o no demuestre ganas de trabajar, lo normal es que le descuente parte del dinero de sus retribuciones o todo.....si cometes una falta grave, te garantizo, que previa consulta con los presidentes, estás despedido, independientemente del cargo que tengas en la empresa, no dudaré un instante. La empresa que yo dirijo es lo primero.
El equipo, su juego, su deportividad, su seriedad, su intensidad.... es nuestra extensión en la pista, lo que ellos hagan, seremos nosotros, por lo que tenemos que lograr que piensen y actúen como nosotros.....¿difícil verdad?, e ahí la belleza de ser entrenador.
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